Mi vestido estaba preparado, los arreglos en la fiesta no se harían esperar, yo tenía que estar radiante pero cómo si no tenía dinero y mucho menos vestido, no tenía nada, entonces me eché en la cama y me puse a pensar en un hermoso vestido para asistir a la graduación de mi enamorado, tenía que estar bonita, tenía que conquistarlo nuevamente, así que imagine el vestido que ví en una revista. Ese vestido era negro con flores rosadas y doradas e imagine lo radiante que estaría con el. También pensé en los zapatos tenían que ser de tacón alto y rosado con brazaletes que subieran por mi talón.
Yo aunque estuviera alegre nunca le confesaría la verdad, mi eterna verdad, que yo era una chica de 20 años y no una chica de 17 como se lo hice creer que yo le llevaba años y no un año como el aún piensa. Pero yo lo quiero y es todo para mi, él se parece a un integrante de una banda de rock por el que todas las adolescentes mueren y se derriten. Ahora que había pasado un año y el recién cumplía sus mágicos 17 años y yo supuestamente tenía 18, en verdad tenia 21, que horror.
Entonces tanto pensar llego la bella noche y me aliste con lo que tenía en la imaginación y me pude mi radiante vestido con mis zapatos, mi cabello estaba ondeado y solo necesitaba sostenerlo y terminar mi peinado. Cuando termine parecía una linda princesa. Subí al primer taxi que pare dejando ver mi mano con mis uñas delicadamente pintadas pues ni loca iba a ir caminando hasta el paradero. Regatee el precio con el chofer y listo nuevamente en la calle. El muy sabido me quería cobrar 10 soles, imaginan, 10 soles solo hasta Aviación, que gracioso. Así que espere 5 minutos y divisé un taxi que iba a toda la Javier Prado, ja, era solo cuestión de esperar, subí nuevamente y pagué mis justos 2 soles.Cerré los ojos y continue soñando...
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